LA HORA DE LA POLÍTICA

Estamos sufriendo la crisis económica más virulenta de la historia de la humanidad, la magnitud de la situación supera el hecho acaecido aquel “jueves negro” con el desplome de la bolsa de Nueva York, Wall Street se hundía un 24 de octubre de 1929. La desregulación del mercado, la concesión de créditos a precios irrisorios, y el alto nivel de riesgos en inversiones de activos sobrevalorados provocaron que el mercado llegara al colapso.

Han pasado ocho décadas y parece que nada hemos aprendido. Y es que la actual crisis tiene algunas similitudes con el “crack” del 29. Hemos vuelto a tener una caída en los mercados bursátiles que comienza una vez más en Estados Unidos, seguimos sin suficientes organismos reguladores que posibiliten un mayor control sobre los mercados y las entidades financieras han vuelto a ser excesivamente generosas en la concesión de créditos en los tiempos de bonanza que ha llevado a fuertes tasas de endeudamiento privado.

La crisis mundial del sector financiero e inmobiliario ha afectado con más contundencia a España, y nos tenemos que preguntar por qué. El sector de la construcción tiene un peso determinante en nuestra economía, ya que durante el primer gobierno del señor Aznar se produjo un cambio en la Ley del suelo, liberalizando (poniendo más suelo a disposición para construir) lo que provocó un aumento de la llamada economía del ladrillo generando a corto plazo mucho empleo en la construcción. Con estas acciones estábamos construyendo una economía estructuralmente débil basada en la especulación, en muchos casos los ciudadanos no compraban terreno y viviendas porque las necesitaran, sino como inversión. Cuando se produce una crisis que afecta especialmente al sector de la construcción ¿a qué país afectará más? A España, el peso del sector inmobiliario en la economía española es mucho mayor que en el resto de los países de Europa.

Es la hora de la política, de aplicar nuestra ideología para solucionar los problemas. No podemos volver a cometer los mismos errores del pasado, de la crisis hay que salir potenciando la excelencia, la investigación, el desarrollo y la Innovación. La crisis la ha provocado la desregulación, parece mentira que todavía la derecha crea en “la mano invisible” equilibradora de la que hablaba Smith. Es necesario un mayor intervencionismo, introducir tasas (como la tasa tobin) para gravar las transacciones financieras internacionales y poner freno a la especulación. Tenemos que seguir dando pasos aplicando políticas de integración europea y creando organismos como un Fondo Monetario Europeo. Pero ¿es posible llevar a cabo las reformas necesarias a nivel global con una Europa dominada por gobiernos conservadores? Afortunadamente la situación es reversible, cada ciudadano tiene el poder democrático para decidir en su momento con voz y voto el futuro de su país.

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2 comentarios:

Rodiseño dijo...

Un sistema económico basado en la ambición, no puede tener otro final que la ruina; de la que no se salvarán ni siquiera los culpables

Carlos Benítez dijo...

Muy buen artículo.

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