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Hoy 29 de Septiembre, nos hemos levantado con una Huelga general convocada por los sindicatos, por la puesta en marcha por parte del gobierno de unas medidas tan impopulares como necesarias.

En una primera fase de la crisis la Unión Europea con una política coordinada de los estados miembros fomentó una política de inversión pública. Posteriormente estalla la crisis de Grecia, y los mercados lanzan ataques especulativos contra algunos países europeos entre ellos España, que provoca una subida desmedida en los intereses que pagamos por nuestra deuda. Los estados europeos volvieron a reaccionar, poniendo en marcha un fondo de rescate Europeo de 700.000 millones de euros y pactando un calendario de reducción del déficit público para afianzar la confianza en sus respectivas economías.

Con todo este proceso por lo tanto, y obligado por las circunstancias llega la hora de la reforma y la austeridad. Entre las medidas destacan la reducción del 5% de los sueldos a los funcionarios y la congelación de las pensiones, menos las pensiones mínimas y no contributivas que siguen subiendo, manteniendo así este gobierno el esfuerzo de ayuda a los más necesitados.

Hace poco se aprobó definitivamente la reforma del mercado de trabajo. La reforma laboral persigue tres objetivos fundamentales: primero, reducir la dualidad en nuestro mercado laboral, impulsando el empleo estable y de calidad; segundo, reforzar la flexibilidad interna y en particular favoreciendo la reducción de jornada para evitar despidos y ofrecer mecanismos alternativos más sanos que la contratación temporal para ofrecer la adaptabilidad de las empresas; y tercero, elevar las oportunidades de las personas desempleadas con particular atención a los jóvenes. Con esta reforma se fomentará el aumento de los contratos indefinidos, que en España representa una ridícula proporción respecto a los contratos temporales.

Personalmente conozco muchos casos en los que el empresario por no hacer fijo a una persona tras encadenar varios contratos temporales, no le renueva el contrato pese a considerar válido al empleado. Esta reforma va a solucionar este problema, potenciando así la continuidad del trabajador en la misma empresa. También la empresa invertirá más en formar a sus empleados por su carácter indefinido, lo que hará aumentar la baja productividad de España. España ha perdido el mismo número de horas de trabajo que Alemania en esta crisis, sin embargo nuestro desempleo se ha disparado, por ello, hace falta potenciar también la reducciones de jornada para mantener la plantilla. En definitiva, estamos ante un gobierno responsable que ha llevado a cabo una reforma necesaria.

En lo que a la reforma de pensiones se refiere, es necesario que la reforma se haga actualmente y con tiempo. El envejecimiento de la población, y el aumento de la esperanza de vida hacen necesario la reforma de nuestro sistema de pensiones, que no esta en peligro a corto plazo, pero el gobierno tiene que tener perspectiva de futuro, y buscar soluciones también a largo plazo. Lo más fácil sería dejar el tema sobre la mesa, para que la impopularidad de la reforma la afronte otro gobierno, pero tenemos un gobierno valiente, que antepone el bienestar de los españoles a sus perspectivas electorales.

A pesar de esta vez no estar de acuerdo con ellos en la idoneidad de la convocatoria de la Huelga general, gracias a los sindicatos gozamos del estado de bienestar en el ámbito laboral, sin ellos no tendríamos derecho como el establecimiento de un Salario Mínimo Interprofesional, ni jornada de 40 horas semanales, ni prestaciones por enfermedad, por maternidad, por paternidad….etc., por ello animo a todo el mundo a acercarse al mundo de la defensa de los trabajadores, y a afiliarse a un sindicato.

Es deleznable los ataques de la derecha a los sindicatos, una derecha que un día se define como el partido de los trabajadores, y al día siguiente ataca a los representantes de los trabajadores, eliminando representantes sindicales liberados en estos momentos de crisis que son más necesarios que nunca, como está haciendo Esperanza Aguirre en Madrid.

Nunca verás a un socialista criticar a los representantes de los trabajadores, este gobierno va a seguir apostando por un dialogo permanente con los sindicatos, como ha hecho siempre que ha resultado posible, desde el acuerdo, para sacar adelante las reformas que necesita este país.

Respeto profundamente la convocatoria de huelga que están llevando a cabo en estos momentos los sindicatos. Espero que la jornada trascurra con normalidad y se garantice sin coacciones tanto el derecho a la huelga, como el derecho a acudir a sus puestos de trabajo de los ciudadanos que no secundan la huelga.

Tengo la suerte de vivir en esta España del siglo XXI en la que puedo disfrutar de todas las garantías, derechos y libertades fundamentales. Puedo expresarme, manifestar mis ideas, vivir sin miedo. Aunque parezca que todos los compañeros, compatriotas han corrido la misma suerte no es así. Hoy tengo esta libertad, porque fueron muchísimos, hombres y mujeres los que lucharon por ella, dejando en el camino incluso su vida. El único “delito” que cometieron fue el ser demócratas, de izquierdas, el querer aspirar a vivir en paz y en libertad, sin ser más, ni menos que nadie, cosa inadmisible en la concepción de los pseudo-fascistas que acabaron asestando aquél fatídico golpe de Estado contra el gobierno legítimo y democrático de la II República.

Creo que tenemos una deuda con todos ellos, no se trata de reabrir heridas, se trata precisamente de cerrarlas. La derecha con frecuencia expresando una visión distorsionada de la realidad alega que víctimas las hubo en los dos bandos, efectivamente, pero hay algunas diferencias notables. La izquierda trataba de defender la democracia, la libertad, la legalidad de la República, mientras que los golpistas luchaban por instaurar el régimen dictatorial y opresor que finalmente constituyeron. Los vencedores desplegando el poder del Estado localizaron, dignificaron, reconocieron y repararon a sus víctimas. Sin embargo los republicanos sufrieron las consecuencias de haber perdido la guerra: sufrieron una persecución política mediante encarcelamientos, desapariciones, torturas y asesinatos.

La ley de Memoria histórica precisamente lo único que pretende es honrar a todos aquellos ciudadanos que sufrieron la guerra civil y la dictadura franquista, declarar ilegítimos los juicios celebrados por el régimen franquista, que los que lucharon por la libertad del pueblo no queden para la historia como ladrones y asesinos. Además es de justicia facilitar la recuperación de los restos de españoles que quedaron en cunetas, en fosas comunes, o peor aún en el Valle de los Caídos, monumento que demuestra lo miserable y poco humano que eran los franquistas, ya que fue construido por los oprimidos presos republicanos.

No olvidaremos nunca a los compañeros que se quedaron en el camino, mi reconocimiento y mi admiración por todos ellos, nadie enterrará su memoria por muchos que algunos sectores y personas que como el señor Mayor Oreja vivió el franquismo según define él como una época de placidez quieran hacerlo. Os dejo el corto “Cultura contra la Impunidad”. No debemos olvidar lo que ha pasado, ya que “un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla”

El 22 de mayo de 2007, en vísperas de que se disputaran las elecciones municipales, con tan solo 19 años decidí sin tan siquiera conocer a un solo militante acercarme a la casa del pueblo con la intención de afiliarme al Partido Socialista. Fue la primera vez que entré en aquella acogedora sede con cara de despistado, cuando subiendo las escaleras me encontré a otro joven, José Vera, que aún no era secretario general de las Juventudes. Tras una breve presentación subimos, le dije que quería afiliarme al partido, él me preguntó si quería incorporarme también a Juventudes Socialistas y fíjense lo que son las cosas, yo le pregunté “¿Qué es eso de las Juventudes Socialistas?”, afortunadamente también decidí sumarme a las Juventudes.

Por entonces Juventudes socialistas no pasaba por sus mejores momentos, no tenía actividad ni gente suficiente. Pasaron unos meses y José Vera se convirtió en Secretario General de Juventudes Socialistas de Chiclana, junto a Diego, empezaron poco a poco a intentar relanzar nuestra organización, dándonos oportunidad para participar, para aprender a gente que como yo estábamos empezando, cosa que le tengo que agradecer enormemente a los que ahora además de compañeros son mis amigos. Poco a poco Juventudes se fue convirtiendo en una gran Familia a la que siguen incorporándose nuevos compañeros.

Hoy Juventudes Socialistas de Chiclana somos la agrupación local referente en la provincia: tanto por nuestra presencia en los medios, en la sociedad, por número de actividades, como por la implicación de nuestra militancia, esto no es una mera opinión personal, sino una opinión compartida por muchos compañeros de la provincia. Todo se basa en el TRABAJAR unidos, codo con codo, además pasamos muy buenas jornadas juntos. Juventudes me ha permitido conocer gente joven de toda España, y vivir grandes experiencias, por eso os animo a llamar a nuestra puerta, y a uniros a nosotros. Lo único de lo que me arrepiento es de no haberme incorporado antes. Os esperamos.